Alejandro Avila
El periodista Edgar Hernández dio a conocer en su columna Línea Caliente la información
¿Quién desde Veracruz solapa o protege al atarantado?
En días pasados consignamos en este espacio presuntos desvíos de su gobierno superiores a los 42 mil millones, hoy la Auditoría Superior de la Federación ya tiene los primeros testimonios documentales de un saqueo inicial por ocho mil millones de pesos.
El alud de anomalías financieras, por tanto, obliga por ley a la ASF a presentar una denuncia ante la Fiscalía General de la República para que se abra una carpeta de investigación y proceda. Cuitláhuac no tiene fuero.
La confirmación del órgano auditor de los dineros públicos desviados ha desencadenado temor en el primer círculo de poder de Veracruz que está a escasas semanas de las elecciones municipales en donde Morena pretende legitimar al gobierno de Nahle con aplastante victoria.
Serán otros los que chillen cuando queden al descubierto robos en despoblado al erario en donde por citar un ejemplo nimio por construir una barda en el aeropuerto de Veracruz de un costo real de 330 mil pesos, se cobraron 7 millones.
La Auditoria Superior de la Federación tiene pruebas, las llamadas “sábanas” en donde está el seguimiento, paso a paso, de cómo se movió el recurso proveniente de la Federación a través de Eleazar Guerrero, primo de Cuitláhuac hoy diputado con fuero.
Las listas de proveedores de servicios, los contratos preferenciados en donde se pago obra inexistente y el famoso robo hormiga, el de las obras pequeñas pagadas a precio de oro, son parte del entramado.
En 2019 por citar otro de los múltiples ejemplos, en obra pública para bacheo, los empresarios cobraron 2 mil 464 millones, pero… ¡No taparon un solo bache!
Hay pruebas testimoniales de supuestas obras de concreto hidráulico que jamás se realizaron y testimonios fotográficos de que para la ampliación del aeropuerto y edificación de la nueva aduana se dispuso de un presupuesto millonario que nunca se aplicó.
En CAEV están perdidos 18 millones 499 mil pesos al no poder comprobar obra alguna. Datos con pelos y señales de como se aplicó el presupuesto anual del 2019 al 2024, en poder de este reportero, confirman que los 8 mil millones iniciales sin comprobar permitirán encontrar la hebra del extravío de los 42 mil millones de pesos de fugas vía subejercicios.
La Secretaría de Finanzas y Planeación justifica que, en efecto, los recursos asignados para obras públicas fueron regresados a la Secretaría de Hacienda.
La Secretaría de Infraestructura y Obra Pública feliz de sub ejercer y trabajar con los millonarios “sobrantes” superiores a los 8 mil millones de pesos.
Mas feliz aún que la SIOP fuera manejada por Helio Hernández, un alcohólico arrogante, un abusivo del poder que a lo largo del sexenio se ostentó como cuñado de Cuitláhuac.
Despierta sospecha que para el actual gobierno no tiene la debida importancia que tan solo en 2024, el monto sin ejercer, repito “sin ejercer”, fue de 2 mil 076 millones de pesos, mientras que, en 2023 el subejercicio fue de 12 mil 913 millones de pesos.
Y en esa constante de adelante para atrás nos encontramos con que en 2022 el monto sin ejercer fue de 3 mil 813 millones de pesos, mientras en 2021 la cifra ascendió a 6 mil 375 millones de pesos.
La Auditoría Superior de la Federación ya tiene al detalle, obra por obra, municipio por municipio, contratista por contratista beneficiado y cómplices del Cuic, algunos de ellos dispuestos a hablar con tal de librar Pacho.
La ASF arranca con la exigencia legal por saber en bolsa de quién o quiénes están los 8 mil millones de pesos. En Palacio hay preocupación.
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