
Luego de la decisión ejecutiva del Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica Donald Trump de deportar a los inmigrantes ilegales, la economía y la mano de obra dentro del vecino país se ve afectada en todos los rubros productivos.
El campo que es uno de los sectores productivos son los primeros que resienten esta enmienda, ya que era en su mayoría trabajado por estos inmigrantes quienes a muy bajo costo hacían el trabajo que los americanos no querían realizar.
Lo que hace 20 años el director cinematográfico Sergio Arau mostrara en su película “Un día sin mexicanos” hoy parece una realidad con calles, comercios y construcciones desoladas por el miedo de ser deportados sin nada de lo que trabajaron durante años en ese país.
Además de las decenas de vuelos de repatriación, tanto el presidente como varios miembros de su Gobierno han impulsado una narrativa criminalizante sobre las personas deportadas. Tom Homan, elegido como ‘zar de la frontera’ por Trump, confirmó que se trata solo de la “etapa inicial de las deportaciones masivas”, agregando que Washington se está concentrando en expulsar en primera instancia a aquellas personas que representen una “amenaza para la seguridad nacional”.
“Son más violentos que nuestros propios criminales”, dijo Trump en una conferencia este 28 de enero, celebrando la expulsión de “cientos de inmigrantes ilegales criminales” durante sus primeros días de mandato.