
#VenaCava
A manera de broma, una usuaria de Tik Tok comentó que tanta lluvia en la península de Yucatán y parte de Quintana Roo es debido a que se colocó una estatua en Puerto Progreso de la mítica imagen de Poseidón, deidad griega que dominaba los ríos, tormentas, inundaciones y terremotos. Mientas que en la mitología maya, el dios Chaac tenía el mismo cargo estatutario, lo que implica un duelo de titanes de poderíos, potestades y regencias.
Parece divertido desde el imaginario colectivo. Pero así nacen los gobiernos, luego de batallas épicas y sincretismo de dioses semejantes y tradiciones. Mientras tanto, otra usuaria experta en cosmogonía Maya aseveró que en realidad llegó un Dios más fuerte a castigar a Chaac por recibir ofrendas y no cumplir con la petición de lluvia de su pueblo. Otra periodista dijo que para nada había duelo de dioses, ya que el único y verdadero Dios (no dijo si Evangélico, Católico, Cristiano, Protestante, Hindú o Musulmán ), era el que mandaba la lluvia.
Así pasa realmente con la política. El actor social dispuesto a gobernar, por mucha simpatía y estudios, debe mostrar características titánicas para abrir el mar en dos y mover a su gente a una mejor calidad de vida; así un Profeta cumple la voluntad de su dios y hace milagros en pro del pueblo bueno y sabio. Así se ordena el caos por fuerzas sobrenaturales, por favoritismo de los dioses a los mortales. Y si en caso de que el profeta no logre una promesa, simplemente resultó ser un falso profeta. También los dioses abandonan a su suerte al líder y su gente; y los abusados mejor toman a otros dioses y otros líderes. Como en el PRI, por ejemplo, pero eso es otra historia.
Lo que sí es un hecho es que a ningún Dios de todo el universo le gusta la gente que tira basura en la calle. Y tampoco, he aprendido luego de estudiar historia de las Religiones, está prohibido usar desodorante y asearse. En eso, como mortales debemos de ser prudentes y obedientes.